Por tiempo indefinido, me retiro del blog. razones personales y profesionales me llevan a ello.
Volveré, cuando así lo sienta. esto no es un adios: es un hasta luego.
Tenue luz acompaña
mis pensamientos. Mis reflexiones. Cual brisa de verano se colaran por rendijas
de melancolía y pesar hasta llegar a la fibra del cuerpo transformada en alma. No
importa pues dicen, y acaso también digo yo, que uno es joven para rendirse
pero viejo para cambiar. No vamos hoy a decepcionar, ¿a quien pretendemos
engañar?
Valiente, fuerte…,
no sirve de nada. No en esta madrugada donde se cuela el recuerdo. El futuro y
el pasado que emponzoñan un presente que deseo. Siempre fue fácil, difícil a un
tiempo. Consciente de saber lo que no quiero nunca supe bien lo que querer. Y es
por ello que la noche calla, el mundo calla; pero yo grito. Pero gritar no me
hará llegar más, ser oído ni escuchado. Gritar solo me hará gritar, gritar
hasta que me sacuda violento el eco de mis propias patrañas. Por ello callo. La
noche calla. Y el mundo de repente se queda sordo.
*
Silencio. silencio
y soledad…en mi soledad. Soledad si soy un proscrito, un renegado. Soledad si
soy un desdichado, pobre desgraciado. Soledad si no hay más.
Sí, estoy solo. No
me aterra. Sí la soledad, pero no el estar solo. Y es solo…, cuando mejor me
expreso. Contemplo intacto el paso del tiempo, inflexible elixir de eterna
juventud que arrebata al resto. La luz del día, el cielo del atardecer. La
abrupta decadencia. La despoblación de un mundo al que tanto he amado. Creo no
lograré comprender, nunca, cómo nos hacinamos, luchamos, morimos, por treinta
metros cuadrados. Cómo morimos en vida, respiramos ese aire contaminado. Sé, no
es lo que quiero. No mi camino. Pero, ¿cuál es mi camino?...
El miedo estremece
mi cuerpo, pero el tiempo se acaba. Expira. Se detiene a mirar y no puede ver:
murió. Murió como el sol de media noche. Murió como el pétalo marchito.
Murió… Y en cambio
está vivo. Muestra lo innegable. Y lo innegable es que Quise soñar otro mundo,
otra vida. Ser más Yo, más libre. Más indigno. Señalado. Puro proscrito. Letanías
del recuerdo traerán…lo sé, el amor olvidado. Profecías se burlaran, y soy
carne de soldado. A nadie he engañado, sólo al más carnal: Al silenciado.
Me traicioné, y no
lo niego, siguiendo lo que nunca podré atrapar; y hoy recojo el desperfecto
creado. Lo siento. Huellas en el alma de pasos olvidados, viento que viene y
va, partículas de arena. Sombra de la oscuridad, fogosa llama. Acaso eso queda.
Tempestad y calma. Calma y tempestad. Poca cosa; apenas nada.
¡Oh Soledad! Cómo
enfrentarme. Si pudiera…pero no puedo. El horizonte indivisible me arrastra
hasta la fractura. Átame-libérame. Hay un camino hacia la luz, pero yo ya no
puedo más.
“La libertad acaba convirtiéndose en la prisión del hombre”