miércoles, 18 de abril de 2012

HAITÍ (artículo)


Haití, devastada por la miseria, es ahora foco de atención gracias a un terrible
seísmo; el mayor según dicen del último siglo. Y los españoles, solidarios con la causa,
no escatiman empeño. Mientras, en el país, más de cuatro millones de habitantes
englosan las listas del paro; aquí, ni gobierno ni empresarios atienden a la llamada, sino
que al revés: el empleo generado raya la desidia, que hoy día apenas se consigue trabajo
sino es “gracias” a las E.T.T.S, las cuales ya se sabe que viven de nuestro sudor; puesto
que son meros intermediarios, cosa que hace, no tengamos ya un patrón, un jefe, no;
sino que tengamos dos. Se congelan los sueldos o al revés, ya que el 0,9 por ciento de
subida salarial se contrasta con el aumento en dos puntos en el Irpf. Aún así, los
españoles, mantenemos nuestra solidaridad; aunque, curioso, siempre de puertas para
fuera, y cuando hay una “causa mediática de por medio”, olvidándonos del dolor y el
sufrimiento del vecino; familia que se sostiene en el desempleo, y acuciada por el
saqueo indiscriminado del mes a mes, matrimonio poco conveniente para con el banco.
Banco que, por otra parte, nos facilita una cuenta para esa generosa solidaridad,
cobrándonos su comisión correspondiente (No sé cómo todavía no se les cae la cara de
vergüenza) Alabados sean.
Ya, ya sabemos que el dinero es deuda, y ellos viven a costa de ello; y de
chuparnos la sangre. Porque Haití necesitará de una reconstrucción, y allí estarán las
empresas del primer mundo: para reconstruirla. Cosa que no será gratuita. Y a ese
“banquete monetario” se prestarán ávidos los bancos, pues verán en ello negocio. Opio
del cual no se pueden desprender.
Seguiría… pero he de parar aquí. Así que, en fin, si algo digno nos queda, y
“solidaridad” es palabra honesta, no la mancilléis con aquello que, desgraciadamente,
desconocéis: Dignidad.
                                                                     JAVIER PEÑALBA HERNANDEZ

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