domingo, 1 de abril de 2012

Carta a 1 mundo desorientado


Estalla una situación que se veía venir. Un modelo económico obsoleto, una forma de vida insostenible. El “homo idiota” impera, campea a sus anchas. Es, el único animal de entre diversidad de especies, y bien digo animal, pues lo es, o lo somos, racionales o no, que es capaz de transformar su entorno ¡Y en buena hora! Porque una cosa es transformar, y otra bien distinta destruir (Construir ahora castillos en el aire no nos servirá de nada)
Desarrollo sostenible, esa es la nueva palabra que se pone en boca de todos. Pero es que ya, a estas alturas, la única sostenibilidad posible es el No desarrollo. Pero aún así ellos parecen no enterarse, o no querer hacerlo. En verdad os lo digo ¡Miradlos! "Por sus frutos los conoceréis" Es la élite que nos gobierna, nos dirige. Aquellos que son muy buenos en lo malo. Esto es, haciendo el mal. Aquellos que usan la TV y los medios para manipularnos, engañarnos, y dividirnos. Cosa que de sobra sabemos. De hecho son los dueños de todas ellas. Y de las que no, enseguida lo hacen, o hacen simplemente que desaparezcan. Y nosotros… Nosotros, joder, parecemos borregos ¡No hacemos nada!  Resulta que nos gusta la tertulia de tarde, la de la crónica rosa, necrológica a mi gusto y parecer. O cuando no el reality show de turno, que es siempre inoportuno dado que su emisión es en prain time, haciendo que, o lo veo, o busca otra forma de ocio alternativa. Y al parecer eso convence. Amén de otras, ¡tantas y tantas banalidades!, que nos brinda la caja tonta, o mejor debería de decir la caja inteligente; pues los tontos somos nosotros al verla. Pero bueno, a lo que iba que me pierdo. Aún y así, sirva pues de ejemplo. Nuestra lucha no debería ser física, sino espiritual (Algo así como un de ja vu del big bang; pero interiormente) Pues si luchamos con la fuerza, perderemos la batalla porque ellos controlan el mundo. No, debemos luchar con la fuerza que da la fuerza, que es el conocimiento. Porque el conocimiento es poder. Y poder es precisamente lo que no quieren que tengamos. Debemos ir por tanto a la raíz del problema: La educación. Y Llevar amor dónde ellos ponen temor. Sembrar paz donde ellos dicen guerra; dejando que la luz desvanezca la oscuridad.


PD: Imagino un mundo en donde las empresas y los gobiernos actúen en beneficio y a instancias del pueblo, sin oscurantismos, sin interés ocultos ni propios. Y que traten bien a los empleados. Pero por desgracia, sueño.

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