lunes, 7 de mayo de 2012

APENAS SÉ DE TI, GUADALQUIVIR


Apenas sé de ti, Guadalquivir;
desde tierras del norte no se puede advertir
ni tu horizonte ni tu luz disconforme
de enjuta alelí.

Pero existes, brotas de la tierra al igual que yo;
ser vivo que, ni preso ni cautivo, libre nació.
Un afluente de la fuente vida, acaso eso soy.

Sin embargo pierdo el rumbo,
vientre que me dio vida ya me enlutó.
Madre que Dios en paz guarde
ya se expande entre su cielo, luna y sol.

Afrontar, y afrentar en su memoria
creo es lo que me queda ahora.

Pero, ¿y tú? Tú, Guadalquivir,
me temo no es difícil concebir
que allá, en Cañada de Cañepla naciste.
Sí, en el vientre de la madre Almería;
concretamente en la pedanía de María.

¿Por qué entonces no se te reconoce?
O no te reconoces tú, río indómito
que por anónimo sin duda no pasas.

No, ni sé por qué, Guadalquivir,
en tu cubil de aguas enaguas
bellezas que se han de advertir.
*
Decir por ello, por si estás al filo:
no te sientas en tu cauce cautivo
¡Manejas corriente! Ente vivo.
Tal como este poema, tuyo y mío.

1 comentario:

  1. Poema con el que fui seleccionado, mención de honor, en el 1º premio internacional de poesía Guadalquivir cautivo (año 2011)

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